Consejos de Consumo
Los quesos deben consumirse de menor a mayor intensidad de sabor.
Cada tipo de queso se corta y presenta de diferente manera, por ejemplo los curados se cortan en forma de cuña y después de forma triangular, en cambio los duros se rallan, se desmenuzan. Los queso de poco volumen o untables se presentan enteros. El queso de cabrales combina bien con pan rústico y vino tinto del país. Los quesos cremosos se presentan en rebanadas tipo canapé o bien se untan.
Algunos quesos se utilizan incluso para cocinar, por ejemplo un queso de oveja curado rallado sobre algún plato. Los quesos de oveja y los azules mezclados con nata líquida se convierten en excelentes salsas para carnes y pescado azul. Los quesos cremosos son un complemento para un buen plato de verduras, una ensalada o incluso unos canapés. Los quesos frescos son un buen complemento para un postre o incluso algo dulce, como confituras o mermeladas. Los acompañantes idóneos para el queso son el pan, de cualquier clase, e incluso los patés. También los frutos secos como las nueces, almendras o avellanas y frutas que no sean demasiado dulces. Los quesos de oveja mantecosos van bien acompañados de uvas. Para los quesos frescos como para los azules la miel realza y pronuncia su sabor. Los quesos deben conservarse en una bodega, casa, o incluso un sótano fresco y ventilado puesto que ofrece unas buenas condiciones de temperatura y de humedad y así su consumo será óptimo.
Consejos de Conservación
El queso recién comprado o sobrante se recomienda conservarlo en lugar fresco y seco, por ejemplo, en el frigorífico.
-Se recomienda no congelar.
-Para conservarlo lo mejor es envolverlo en plástico, pero no demasiado apretado. El papel resecaría demasiado el queso, y el plástico demasiado apretado lo recalienta, provocando incluso la aparición temprana de moho.
-El método mas recomendado para conservar el queso es el tupperware, donde no solo se conserva sin tocar demasiado el plástico sino que además se mantiene aislado de otras comidas y por tanto de posibles contaminaciones en el sabor.
-Si el queso desarrolla algo de moho, límpielo con cuidado antes de servir. El resto del queso sigue siendo perfectamente comestible.
-Dependiendo del tipo de queso, el tiempo de conservación varía, menor para los quesos menos curados. Bien conservado, en cualquier caso, todos los quesos pueden durar meses en el frigorífico.
-Antes de servir, se recomienda dejar que el queso vuelva a la temperatura ambiente.